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Masaje Perineal, otra manera de prepararse para el gran día.

¿Sabías que puedes preparar tu musculatura perineal para el momento de la coronación de tu bebé?

26/02/2018
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Clasificado en: Embarazo » Parto
Escrito por:
Paola Sosa Torres
Especialista en disfunciones del suelo pélvico. Fisioterapia Nº Col. 7665

La fisioterapia pelvi-perineal esa una parte de la fisioterapia especializada en uroginecología, obstetricia, coloproctología, sexología y patologías dolorosas. Se encuentra en pleno auge, abarcando hoy en día un amplio abanico de tratamientos, entre los que se incluye el masaje perineal.

Masaje perineal 

Este masaje es una técnica que se realiza sobre la musculatura del suelo pélvico y cuyo principal objetivo es la prevención del trauma perineal en los partos vaginales.

Diversos estudios respaldan la efectividad de ésta técnica y demuestran una importante reducción en la probabilidad de sufrir trauma perineal, sobre todo en relación a episiotomías, y con datos muy positivos en primíparas.

Un desgarro perineal o una episiotomía nos pueden afectar tanto a corto como a largo plazo, ya que se altera la funcionalidad del músculo, pudiendo desencadenar posibles incontinencias urinarias, futuros prolapsos viscerales o dolor en la zona de la sutura, de ahí la importancia de una buena prevención y conocimiento de nuestra propia anatomía.

El masaje perineal es una técnica relativamente sencilla si se conoce cómo se debe realizar y dónde debemos incidir. Consiste en hacer una serie de presiones a lo largo de la musculatura del suelo pélvico, insistiendo en las zonas que sufrirán mayor distensión en el momento del expulsivo. El procedimiento no es doloroso y nos ayudará a familiarizarnos con las sensaciones que tendremos en el momento de dar a luz.

Pelvis femenina

La ventaja; lo puede realizar el fisioterapeuta, la propia embarazada o su pareja, de manera que la preparación para el día del parto pueda ser compartida y que ambos tengan un papel activo.

Es aconsejable que el especialista realice una demostración para que tanto la pareja como la embarazada conozcan las sensaciones, las zonas y la presión que deben realizar y tengan así una guía sobre como proceder.

De esta manera, iremos preparando la musculatura en las últimas semanas de embarazo (se puede comenzar a partir de la semana 32), mejorando su elasticidad para obtener la mejor respuesta posible el día del parto y reducir la probabilidad de que nos realicen una episiotomía o tengamos un desagarro.