‘Blanching’, una solución natural y elegante para las arrugas

Los rellenos faciales se han hecho un hueco en los tratamientos dermo-estéticos y cada vez nos encontramos con nuevas opciones para combatir las huellas del paso del tiempo en nuestra piel.
No todas las arrugas son iguales. Hay arrugas estáticas, que marcan la piel de forma permanente y para las que el Botox no funciona o lo hace de forma insuficiente. Además hay personas que no toleran o son reacias a la toxina. El blanching puede ser su solución.
Podemos clasificar las arrugas en arrugas dinámicas que van unidas al gesto, ya que aparecen y desaparecen con la contracción y relajación del músculo subyacente; y arrugas estáticas, también llamadas arrugas refractarias o pasivas, que marcan la piel de forma permanente por la conformación anatómica de ciertas regiones faciales o corporales. Estas últimas son líneas que aparecen inicialmente en las zonas de mayor tensión debido a la mímica y se van pronunciando de forma indeleble con el tiempo porque suponen una fractura cutánea y no responden a la toxina botulínica ni a los rellenos dérmicos o subdérmicos. Así, cuando el gesto se relaja, las fracturas cutáneas se marcan de forma permanente sin que las técnicas convencionales hagan mucho por remediarlas.
Para estas líneas refractarias está destinado el blanching, técnica indolora de relleno multipunto que las difumina una a una, sin alterar la expresión proporcionando además una hidratación visible en la piel .
Su nombre viene de blanqueo, ya que la infiltración superficial produce un blanqueo momentáneo en la zona de inyección, permite borrar arrugas finas sin afectar la expresión y. Esta técnica cuenta con la aprobación de la FDA.
El ácido hialurónico se utiliza con éxito desde hace años para combatir algunos de estos signos del paso del tiempo, gracias a su gran capacidad para atraer y retener agua, lo que permite rehidratar la piel y hacer que luzca más tersa, aumentando su grosor y eliminando los surcos, y a su capacidad de regeneración de las capas más profundas y superficiales de la piel, porque aumenta la producción de colágeno propio. Pero, hasta ahora, este compuesto se inyectaba a niveles medios o profundos en la piel o por debajo de ella, por lo que las arrugas finas como las llamadas patas de gallo y otras arrugas superficiales no eran buenas candidatas al mismo. Sin embargo, en los últimos años ha irrumpido en el sector de la medicina estética esta nueva técnica con ácidos hialurónicos de reticulación dinámica (más cohesivos y elásticos) que consigue borrar estas arrugas finas. “Al ser un hialurónico cohesivo, esa fuerza hace que se mantenga la unidad entre sus moléculas, por lo que el producto es consistente, muestra un aspecto uniforme, mantiene su integridad y facilita su infiltración con máxima superficialidad sin ser detectable”.
¿En qué consiste el blanching?
Es una infiltración multipunto, que se realiza inyectando micro-depósitos de ácido hialurónico cohesivo, a lo largo de la arruga y a nivel superficial. Al finalizar, el producto se reparte con suave masaje hasta conseguir un aspecto uniforme en toda la arruga.
No se trata de un ácido hialurónico normal, sino de un gel con matriz poli-densificada. Es decir, más denso, consistente y cohesivo, que permite que las infiltraciones sean más superficiales, aunque no por ello detectables.
Las ventajas de esta técnica
La técnica permite la incorporación inmediata a la vida cotidiana y se lleva a cabo en una sola sesión de 20 minutos. Como se realiza a nivel su-perficial no produce inflamación aparente ni hematomas, tampoco alteración de la expresión. Y elimina todo tipo de arrugas superficiales, las activas y las pasivas. Además es una alternativa al botox para las arrugas dinámicas.
Duración
Los efectos duran hasta 12 meses, transcurrido este tiempo hay que repetir tratamiento para disfrutar de un rostro sin arrugas.
Efectos secundarios
Al tratarse de pinchazos superficiales y ponerse muy poca cantidad los efectos secundarios son ‘raros’ y transitorios. Y, como sucede con cualquier tratamiento con ácido hialurónico, deben abstenerse pacientes alérgicos o reactivos en general y embarazadas. Además de evitarse su inyección en zonas inflamadas o infectadas, con heridas abiertas o sometidas a algún proceso de curación.
Una opción útil en muchas zonas de tu rostro
Es una buena opción para la zona del entrecejo, así como para las arrugas horizontales y oblicuas de la frente, y en labio superior. También se aplica en la zona de las patas de gallo, con independencia de lo fina que sea la piel, en las arrugas finas de las mejillas y en las que aparecen en la comisura bucal y pliegue nasogeniano. Y hay más zonas que pueden beneficiarse de esta técnica: arrugas horizontales en el cuello como el Collarete de Venus, la zona del código de barras sobre el labio, las arrugas del canalillo en el escote, las de los codos, las rodillas y el empeine.
El protocolo, paso a paso
Este protocolo se basa en inyecciones muy superficiales (entre 10 y 12º grados de inclinación en la piel). Es una multi-punción seriada, que difumina las arrugas con mínimas cantidades, requiere que la aplique un profesional de probada experiencia para inyectar micro-depósitos justo sobre la dermis. Previo a la inyección se aplicará anestesia tópica, que permite realizar esta técnica superficial de forma totalmente indolora. El producto se reparte con suave masaje para finalizar.