La Salud Sexual, esa gran desconocida
¿Me preocupo por ella?
Hoy es mi primer día con todas vosotras y estoy un poco nerviosa porque me gustaría compartir tantas cosas que no sé por dónde empezar y sobretodo me encantaría poder ayudaros en la medida que me sea posible.
La sexualidad es un tema que despierta el interés y la curiosidad de todo el mundo pero del que a veces da mucha vergüenza hablar.
Hoy os propongo ser valientes, por mi parte por atreverme a escribir este artículo y por vuestra parte por leerlo.
Nuestro bienestar gira en torno a cuatro ejes fundamentales: salud física, salud mental, salud emocional y salud sexual.
Si yo os preguntara que necesitamos para tener una adecuada salud física probablemente todas me contestaríais: una dieta sana y hacer ejercicio físico.
Otra cosa es que lo pongamos en práctica pero por lo menos sabemos lo que tenemos que hacer.
¿Y para tener una adecuada salud mental sabéis lo que tendríamos que hacer?, supongo que también, por supuesto sería muy importante ejercitar las capacidades cognitivas como la atención , la memoria y la resolución de conflictos, etc, habilidades que nos pueden ayudar a intentar resolver las situaciones que se nos van presentando en el día a día.
La salud emocional es un pilar fundamental para poder estar tranquilos con nosotros mismos, sabiendo reconocer nuestros sentimientos y los de los demás, habría que practicar la empatía para poder ponernos en el lugar del otro y así podríamos comprender situaciones difíciles que nos cuesta mucho trabajo entender y que a veces nos hacen tanto daño.
Y por fin llegamos a la gran desconocida. La salud sexual, la primera pregunta sería, ¿me preocupo por ella? y la segunda sería ¿qué es la salud sexual?
Según la OMS la salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.
Pero quizás lo más importante sería saber que es para ti la salud sexual y a partir de ahí poder empezar a poner en marcha mecanismos y estrategias para mejorarla y más importante todavía preguntarnos si realmente estoy viviendo mi sexualidad como yo deseo, que quiero mejorar y que me está impidiendo disfrutar de la sexualidad plenamente.
Hablamos de salud sexual porque tener relaciones sexuales tiene muchos efectos positivos sobre el organismo según los estudios más recientes: la piel luce más joven, el pelo se vuelve brillante y lleno de vida, todo es debido al incremento de la circulación sanguínea durante el orgasmo, además consigue bajar la tensión, reducir los niveles de estrés y hasta mejora el funcionamiento del sistema inmune, ayuda a aliviar los dolores articulares y musculares, quema hasta 300 calorías, refuerza la capacidad cardio-respiratoria, nos ayuda a mantenernos jóvenes durante más tiempo según un estudio universitario. Eleva la autoestima y por lo tanto contribuye a que te sientas más atractiva.
En el próximo artículo hablaremos de las creencias que a veces nos impiden disfrutar de la sexualidad libremente, no os lo podéis perder.