¿Padezco síndrome de relajación vaginal post parto?
- ¿has notado cambios en tus genitales, mayor apertura de la vagina, paredes vaginales y pliegues de la mucosa visibles, entrada de aire en la vagina y menor sensación de presión durante las relaciones y menor sensibilidad?
- ¿tienes pérdidas de orina al toser, reír, saltar?
- ¿has notado que los tampones se descienden o incluso se expulsan cuando llevan unas horas colocados?
- ¿notas dolor en ciertas zonas de la entrada a la vagina que no tenías antes de los partos?
¿Por qué se produce el síndrome de relajación vaginal?
Partos vaginales: debido a la dilatación vaginal producida por los mismos.
Cambios hormonales: descenso de estrógenos en el cuerpo con la edad.
Envejecimiento natural, obesidad o sobrepeso.
Genética: debilidad heredada del tejido conjuntivo.
Todo esto tiene solución.
El embarazo y el parto vaginal producen importantes cambios físicos en la mujer.
A lo largo del embarazo se produce un aumento progresivo en el volumen y el peso del abdomen que transmite una mayor presión hacia las estructuras localizadas en la pelvis menor: vagina, músculos y vasos sanguíneos pélvicos y vejiga urinaria y recto.
La acción de la progesterona, hormona predominante durante el embarazo, da lugar a una mayor relajación muscular encaminada a facilitar el parto pero la gran distensión pélvica necesaria para la salida del bebé, conlleva muchas veces microroturas de las fibras musculares y de la fascia del suelo pélvico que podrán dar lugar a posteriores descensos de estructuras, incontinencia urinaria y aparición de puntos dolorosos.
También la episiotomía, que en ocasiones es necesaria para facilitar la salida del recién nacido, o bien los desgarros perineales, a veces inevitables en el parto, producen lesiones en los músculos pélvicos y en la piel y mucosa vaginal y de los genitales externos.
Todo ello tiene como como consecuencia que la vagina no recupere totalmente su aspecto previo ni su funcionalidad tras el parto, quedando distendida y con sus paredes algo descendidas arrastrando estructuras como la vejiga urinaria o el recto o con cicatrices que resultan dolorosas o alteran la sensibilidad.
Afortunadamente, al tratarse de mujeres jóvenes, estos cambios son en su mayoría reversibles por lo que es conveniente hacer una evaluación de la situación pasados unos 2 meses del parto porque muchas de estas alteraciones puedes ser transitorias y mejorar o incluso desaparecer si esperamos un poco
¿Qué podemos hacer para prevenir o para corregir el síndrome de relajación vaginal?
Antes del parto:
- Evitar una ganancia excesiva de peso durante el embarazo. La obesidad favorece el prolapso de los órganos pélvicos
- Evitar el estreñimiento así como la realización de esfuerzos repetidos que supongan un aumento de la presión intraabdominal que se transmita a la zona inferior de la pelvis
- Realizar ejercicios de fortalecimiento pelvico: Es importante trabajar la musculatura del suelo pélvico ya en el embarazo y esto lo podemos hacer con la ayuda de los ejercicios de Kegel
¿Qué tratamientos hay disponibles para el síndrome de relajación vaginal?
Tratamientos no quirúrgicos como:
- Rehabilitación de la musculatura del suelo pélvico con ejercicios de fisioterapia, electroestimulación biofeedback o gimnasia hipopresiva
- Utilización de esferas de silicona vaginales
Requiere realizar el tratamiento de forma continuada para conseguir resultados
Tratamiento quirúrgico.
- Se puede realizar una seria de procedimientos reconstructivos cuya finalidad es reparar daños estructurales del canal vaginal, desgarros, episiotomías amplias o descenso de estructuras pelvicas. También se pueden colocar mallas para suspender la vagina o para tratar la incontinencia urinaria.
Requiere ingreso hospitalario y anestesia general.
Novedades
- Inyección local de sustancias analgésicas en caso de cicatrices dolorosas
- Inyección local de ácido hialurónico: se trata de una molécula capaz de retener 1000 veces su peso en agua y de promover la regeneración de colágeno y facilitar la regeneración del tejido vaginal se realiza en la misma consulta con aplicación de un spray anestésico.
Tensado vaginal asistido con láser CO2 :
Hoy en día el llamado Tensado Vaginal Láser (LVR) está ofreciendo una terapia alternativa en la distensión y atrofia del canal vaginal e incontinencia urinaria de esfuerzo, sin incisiones, ambulatorio y con una rápida recuperación. Además “este tensado” de la vagina mejora la calidad de la sexualidad.
Su efecto se basa en aplicar un efecto térmico controlado y de gran precisión en la mucosa vaginal, provocando una regeneración y retensado del colágeno, que devuelve al canal vaginal su elasticidad natural. La energía láser depositada a lo largo de la pared vaginal, calienta el tejido sin dañarlo, estimulando la formación de nuevo colágeno en la fascia endopélvica. Los procedimientos son fáciles de realizar, no tienen complicaciones y la recuperación es muy rápida, ya que no es son necesarias ni la cirugía, ni incisiones.
Este tratamiento engrosa la mucosa y aumenta la presión intravaginal mejorando la sensación de roce durante las relaciones sexuales.
Además es un tratamiento para la incontinencia urinaria leve-moderada pues también regenera el colágeno y el tejido de sostén de la uretra distal.
Se trata de un tratamiento sencillo que se realiza en consulta con la aplicación de una crema anestésica local y que no requiere cirugía.
Consta de tres sesiones, con un intervalo de cuatro semanas.
La técnica consiste en la introducción en la vagina de un dispositivo similar al espéculo que utilizamos los ginecólogos para realizar una citología, por cuyo interior viaja el haz láser. Este dispositivo tiene un emisor en la punta, sobre el que impacta el láser que es reflejado en la mucosa vaginal en forma indolora.
Se puede realizar a partir de los 40 días postparto una vez que desaparece el sangrado vaginal
En nuestra clínica ginecológica la visita postparto adquiere gran importancia pues en ella llevamos a cabo la valoración del estado del suelo pélvico. Contamos con un amplio abanico de opciones terapéuticas algunas de ellas muy novedosas y profesionales formados en suelo pélvico y sexología, por lo que podremos establecer las pautas de tratamiento adecuadas que hagan posible la recuperación del tono muscular y la funcionalidad del área genitourinaria tras el parto.
Además a largo plazo podremos prevenir futuros cuadros de prolapso genital o de incontinencia urinaria más grave.