Alimentación complementaria
Todo lo que debemos saber
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la Alimentación Complementaria (AC) como el acto de recibir alimentos sólidos o líquidos (excepto medicamentos en gotas y jarabes) diferentes a la leche, durante el tiempo que el lactante está recibiendo leche materna o fórmula infantil.
Es importante destacar que la AC como la propia palabra dice es “un complemento” ya que el alimento principal durante el primer año de vida debe ser la leche materna o de fórmula.
¿Cuándo debo iniciar la AC?
La OMS y la Asociación Española de Pediatría (AEPED) recomiendan iniciar a partir de los 6 meses, ya que debemos satisfacer el aumento de las necesidades de energía y nutrientes que se producen en esta edad.
Organismos como la Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) establecen un mínimo de 17 semanas (≥4 meses) para iniciar la AC, aunque indican que será deseable mantener la Lactancia Materna Exclusiva hasta los 6 meses de edad.
¿Cuándo está mi bebé preparado para iniciar?
Para iniciar la alimentación complementaria es necesario que el bebé haya desarrollado una serie de habilidades previas, así nos aseguraremos de que es el momento idóneo para empezar y las dificultades serán menores.
Antes de iniciar debemos responder afirmativamente estas cuestiones:
- ¿El bebé se sienta solo o es capaz de sentarse sin ayuda?
- ¿Coordina ojo, mano, boca? (Es capaz de coger un objeto, mirarlo y llevárselo a la boca)
- ¿Ha perdido el reflejo de extrusión? (empujar con la lengua la cuchara).
- ¿Muestra interés por la comida?
- ¿Es capaz de demostrarnos hambre y saciedad con sus gestos (nos retira la cuchara con la mano, gira la cabeza…)?
¿Qué alimentos debo ofrecer primero?
Si no existen antecedentes de alergias alimentarias en la familia, se pueden ofrecer tubérculos, frutas, carnes (ternera, pollo, pescado), huevos, vegetales, legumbres, cereales (con gluten), frutos secos en forma de mantequilla o triturados. La AAP, entre otros, establece que no hay evidencia suficiente que respalde que su retraso en la introducción protegerá de la aparición de alergias.
Lo importante es introducir 1 alimento nuevo cada vez y esperar 3 días para introducir otro en caso de que todo haya ido bien. En caso de observar alguna reacción desfavorable (vómitos, eczema, diarrea) debemos suspender ese alimento y consultar al pediatra.
Este calendario de incorporación de alimentos es una información orientativa.
La comunicación entre la familia y el equipo de pediatría es la que debe ajustar las edades de incorporación de nuevos alimentos, dependiendo del desarrollo y las características del bebé.
FUENTE: Recomendaciones para la alimentación en la primera infancia (de 0-3 años). Generalitat de Catalunya.
¿Debo evitar algunos alimentos?
Sí, hay muchos alimentos que deben evitarse hasta el año de edad. Entre ellos encontramos: leche de vaca, miel, sal (salsas y pastillas de “avecrem”), azúcar, formas redondas y duras que supongan riesgo de atragantamiento, lácteos desnatados, pescados de gran tamaño (pez espada, tiburón, lucio, atún rojo), mariscos, espinacas, acelgas y borrajas, algas, bebidas y tortitas de arroz, embutidos, alimentos de origen animal poco cocinados y alimentos superfluos.
Consejos generales
- Incorporar al niño a la mesa familiar. Desde el inicio somos su mejor ejemplo.
- La hora de la comida debe ser un momento agradable y tranquilo.
- Evitar utilizar aparatos electrónicos durante la comida.
- No apresurar a comer al niño.
- Permitirle manipular los cubiertos y tocar los alimentos para que conozca texturas y olores.
- Ofrecer una alimentación variada y de calidad.
- No dejar de ofrecer alimentos aunque los haya rechazado. A veces es necesario ofrecer el alimento entre 11 y 90 veces para que lo pruebe por primera vez.
- No obligar a comer, el niño es quien decide la cantidad que va a consumir. Debemos respetar su apetito.
- No interrumpir o limitar la lactancia materna. Siempre debemos ofrecer primero el pecho y después lo demás.
- Ofrecer agua con las comidas de entrenamiento.
Finalmente, debemos tener claro que la alimentación complementaria se trata de un periodo muy vulnerable para los niños por lo que debemos llevarlo con mucha paciencia y no desesperar. Que los hijos adquieran unos hábitos de alimentación y de vida saludables depende principalmente de los padres, por l