Xantelasmas
Los xantelasmas son lesiones benignas que surgen en forma de pápulas o placas amarillentas, bien definidas, y que están situados alrededor del ojo, en los párpados, sobre todo en la zona cercana al lagrimal (cerca de la nariz, en el denominado canto interno). Consisten en depósitos de colesterol en la dermis, y hasta en un 50% de los casos pueden asociarse a hipercolesterolemia en sangre. No suponen ningún problema de salud, pero sí una incomodidad estética con elevada frecuencia.
Los xantelasmas pueden estar presentes tanto en el párpado inferior como en el párpado superior y es habitual que surjan en los dos ojos a la vez. Cuando aparecen en otras áreas de la piel fuera de las proximidades del ojo se denominan xantomas.
Es importante establecer una diferencia entre los xantelasmas y otro tipo de lesiones que pueden aparecer alrededor de los párpados, como los quistes o los siringomas.
Causas de los xantelasmas
Habitualmente, la aparición de los xantelasmas en un paciente se suele asociar a trastornos de tipo metabólico, como la hipercolesterolemia (colesterol alto), la diabetes o la cirrosis biliar.
También pueden detectarse en jóvenes que han heredado el problema de la hipercolesterolemia (hipercolesterolemia familiar).
Sin embargo, también pueden aparecer en individuos con índices de colesterol normales y se manifiestan exclusivamente como acumulaciones de sustancias lipídicas (grasa) en uno o ambos ojos.
Síntomas de los xantelasmas
Los xantelasmas no suelen provocar ningún tipo de síntoma, salvo las consecuencias puramente estéticas: en general, los pacientes con estas lesiones suelen tener aspecto de cansados.
Tratamiento de los xantelasmas
Existen, principalmente, cuatro opciones terapéuticas: la cirugía (exéresis mediante bisturí y sutura con puntos); la electrocirugía (eliminación con electrocoagulador); el peeling con ácido tricloroacético 30% (TCA) y la vaporización mediante láser de CO2.
De las cuatro opciones, no discutiremos sobre las quirúrgicas puesto que, aunque efectivas, son más traumáticas que otras alternativas y la probabilidad de cicatriz o retracción resultantes es más elevada que con cualquiera de las otras dos. Por lo tanto, hablaremos con más detalle del peeling con TCA y el láser de CO2.
El ácido tricloroacético es un líquido que, aplicado sobre la piel, destruye sus capas superficiales hasta llegar a la dermis, donde se encuentra el depósito de colesterol de los xantelasmas. Se aplica sobre éstos con una torunda de algodón en distintas sesiones semanales hasta que el xantelasma desaparece completamente.
Con cada sesión, la piel donde se aplica el TCA queda rojiza y forma una costra que caerá a lo largo de unos días. Es un método efectivo, aunque posee dos inconvenientes básicos que radican en la naturaleza del TCA. Al ser un líquido, puede correr si la gota aplicada es gruesa, y por lo tanto puede dañar estructuras nobles (párpado, ojo) si no se procede con estricta cautela. Precisamente para evitarlo, se trabaja normalmente con cantidades ínfimas de líquido. Sin embargo, el hecho de trabajar con tan poco líquido obligará a que el número de sesiones para eliminar los xantelasmas sea elevado.
El láser de CO2 forma un haz de luz que impacta específicamente sobre el agua, vaporizando la piel que la contiene. El láser sólo actúa en las estructuras donde impacta y respeta totalmente los tejidos circundantes. Asimismo, podemos programar sus parámetros para controlar la profundidad a la que llega el tratamiento. En consecuencia, el láser de CO2 es un dispositivo muy preciso. El tratamiento forma una herida superficial donde actúa el láser, que posteriormente epitelizará mediante una costra que se desprenderá en unos días. Como los parámetros ajustables permiten programar detalladamente la parte de piel que queremos eliminar, el número de sesiones necesarias para tratar los xantelasmas es menor que las de TCA. No obstante, el TCA es un método económico y sencillo de realizar . En cambio, el dispositivo láser de CO2 tiene un coste muy elevado, y la duración y el trabajo que aporta cada sesión son notablemente mayores. Por lo tanto, una sesión de láser de CO2 suele tener un coste superior al de una sesión de TCA.
¿Qué sistema es mejor para eliminar los xantelasmas, el láser de CO2 o el ácido tricloroacético?
En estudios comparativos, la tasa de eliminación completa de los xantelasmas con el láser de CO2 es del 100%; la del TCA es del 56%. Cuanto mayor es el xantelasma, mayor es la efectividad del CO2 por encima del TCA. En la mayoría de casos, se necesitan entre una y tres sesiones (1.56 sesiones de media) con el láser de CO2 para eliminar los xantelasmas de forma total. Con el TCA son necesarias entre nueve y doce sesiones para conseguir una respuesta completa (9.74 sesiones de media).
En cuanto a las recurrencias del xantelasma, son menos frecuentes y más tardías en los pacientes tratados con láser que en los tratados con TCA.
¿Qué efectos adversos tienen el ácido tricloroacético y el láser de CO2 para tratar los xantelasmas?
Tanto uno como el otro sistema pueden ocasionar cambios pigmentarios (mancha oscura o clara que en cualquiera de los casos es mucwho menos visible de lo que era el xantelasma) en la zona tratada. Las alteraciones de pigmentación son temporales y no se mantienen más allá de 6 meses.
Ni los xantelasmas tratados con TCA ni con láser de CO2 suelen asociar cicatrices, retracción o ectropión, como sí pueden ocurrir en las opciones quirúrgicas.
El riesgo de estos efectos adversos es mínimo con cualquiera de las dos opciones comentadas y muy inferiores que con las alternativas quirúrgicas.
¿Qué probabilidad hay de que los xantelasmas reaparezcan?
Los estudios indican que, mediante técnicas quirúrgicas, la probabilidad de recaída es del 40 – 60%; con TCA entre 25 – 40%; y con láser de CO2 entre 9 – 16%. Los tiempos de recaída tras el tratamiento son menores con cirugía, posteriormente con TCA y finalmente con láser de CO2.
En conclusión, el láser de CO2 es el sistema que ofrece menos probabilidad de recaída y favorece que si ésta ocurre sea lo más tardía posible. Esto es especialmente cierto cuanto más grande y profundo es el xantelasma.
Si los xantelasmas están causados por una hiperlipoproteinemia en sangre y ésta no se resuelve, la reaparición de xantelasmas es prácticamente constante. Por lo tanto, es estrictamente necesario que los niveles de lípidos en sangre se mantengan lo más bajos posibles en todo momento.